lunes, 16 de marzo de 2015

Época de peludos

Hay personas que al conocerme en la actualidad no llegarían a sospechar que tenía hace un tiempito el cabello largo.  De hecho algunas de las mencionadas personas, al enterarse, me cuestionan sorprendidas diciendo

- Qué?... Pero vos qué pensabas?
- Y eso cuándo fue?
- Ese sí eras vos?
- No puedo creer que vos hayás sido peludo

Y otras vainas (Léase "cosas". Ayer me dí cuenta que esta palabreja; vainas, resulta muy conflictiva para varios individuos) por el estilo.  A lo que a veces respondo con mis frases habituales

- Cojala suave
- Relax
- Hmmm pero así y todo te caigo bien

Por un comentario similar recibido hace poco me puse a rememorar un poco y me ha parecido curioso que aproximadamente en 80% de los manes que conocí en la U, y que hoy son parte de una selecta manada de amigos, han tenido, como yo, el pelero en una etapa de la vida.

Creo que ser un peludo fue una etapa chévere en la vida que hasta llegó a definir qué se esperaba de uno. De hecho recuerdo ahora a mi profesor Andrés, que en una clase de geología llegó a manifestar que siempre esperaba que mis trabajos y los de un amigo J fueran los mejores por el mero hecho de ser los peludos de la clase. Afortunadamente, y modestia a parte, así fue siempre.

Hablando de mi profe Andrés, me lo encontré hace poco en un bar en San Antonio, nos pusimos a hablar y aún me recordaba como el peludo de la clase y me dejo

- Es que los que hemos sido peludos en la juventud siempre hemos sido buenos

Palabras como esas le hacen a uno sentirse bien consigo mismo. Pa' qué pero sí.  Y aunque uno se sienta muy bien porque le reconozcan que es bueno pues también es menester decir que no me dejaría otra vez ese mechero pero ni a bala, y menos con ese clima como está en esta ciudad. Uno con ese pelero estaría condenado a las llamas eternas de Cali y la verdad no aguanta.
Es más, me atrevería a decir que del combo de ex-peludos ninguno volvería a dejarse crecer el pelero. Es que esa es una de tantas etapas de la vida que se queman, que se recuerdan, que hacen parte de la esencia de cada sujeto, que ayudaron a formar criterios y carácter que en la vida adulta se manifiestan en las actitudes y aptitudes. Pero al igual que la adolescencia eso pasa y ya.  Lo único malo que recuerdo de haber sido peludo es que a uno lo encasillan como metalero y/o mamerto... y YO nada de eso fui. 

Claro que, así como algun@s salimos de la mentada  etapa,  también hay mancebos anacrónicos que se niegan a cambiar sus acciones y sus envoltorios. Manes que después de un tiempo que tiende a infinito aún piensan en vivir al gratín cachetiandose TODO cuanto puedan.  Homúnculos sin escrúpulos tan pasados que llegan a ser "cabezas" de familia y quieren que sus hij@s y concubin@ sean sus beneficiari@s en un sistema de salud donde ell@s son beneficiari@s por el mero hecho de ser estudiantes. Protohumanos sin visión,  misión ni planeación cuyo plan de vida alcanza solo una semana hacia el futuro. Personajillos que en antaño lucieron una larga y frondosa melena y cuyas ruinas en hogaño escasamente cubren una evidente alopecia. Adult@s esperpéntic@s detenidos en el tiempo que se niegan a dejar de ser lo que han sido y temen ser lo que pueden llegar a ser.

Hay gentes como un personaje que mantiene en la U desde hace al rededor y no menos de 10 años, que ya era viejo en la U cuando yo era un primíparo y que aún, cuando uno va de nuevo a la U, se ve sentado en un trapo vendiendo chimbaditas. Ese prototipo de estudiante cavernario no está programado para aceptar que el tiempo pasó y él se quedó haciendo lo que hacía y entendiendo el mundo como le parecía.

Y mi pregunta es ¿Qué aporte a la sociedad podrían llegar  a dar estos individuos? ¿acaso siempre van a existir especímenes de esa raza de pokemones?.  A mi parecer es necesario adaptarse a ciertos canones de la sociedad aún cuando el objetivo sea cambiarla y no enfrascarse en un mundo pasado, idealista e imaginario que solamente conlleva al recuerdo y a la frustración.

1 comentario:

  1. "A mi parecer es necesario adaptarse a ciertos canones de la sociedad aún cuando el objetivo sea cambiarla" - Leyendo esto recordé cierta caricatura que vi en Internet la otra vez, y que me pareció bastante acertada. Paso a dejártela, y a recomendarte la página en caso que aún no la conozcas:

    http://cinismoilustrado.com/image/99911419768

    Esta entrada me pareció muy curiosa. El punto de vista de un ex-peludo. Ni yo misma me lo creí cuando me lo dijeron, y por cierto, que he ido descubriendo que muchos de mis compañeros tuvieron su gloria peluda en algún momento del pregrado y finalmente la dejaron pasar. Llega al punto en que ni yo me imagino cómo pudieron haber lucido en el pasado. Pero tal como tu dices, esas son etapas que se queman y quedan de experiencia.

    De todos modos es interesante leer tu punto de vista. Estas cosas con las mujeres ni aplican, por obvias razones... aunque yo también reconozco que tuve mi época de peluda y que ahora el solo pensar en cabello largo y en una ciudad cuya temperatura llega fácilmente a los 34° me pone a sudar.

    Por lo demás, vos sos un ñoño, aunque a la primera aparentes algo completamente diferente. No tiene que ver con las mechas, tal vez con tu cara de turco, no sé hahaha.

    Como sea, gracias por hacerme reír. Tengo varios nombres en la punta de la lengua con esto de los vejestorios mal envejecidos.

    Un saludo,
    Tefa

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